Una decisión histórica se tomó hoy en la Cámara de Representantes de Estados Unidos, ya que un presidente en ejercicio fue acusado formalmente por segunda vez en la historia del país.

Los líderes republicanos han rechazado la moción, argumentando que no hay suficiente tiempo para investigar adecuadamente los hechos y que el juicio político solo aumentará la división en el país.

El presidente Donald Trump enfrenta cargos de "incitación a la insurrección" después de la violenta redada en el Capitolio de Estados Unidos la semana pasada que dejó a varios muertos y daños materiales significativos.

Los demócratas, quienes lideran la moción de juicio político, argumentan que el presidente incitó a sus seguidores a la violencia con sus repetidas afirmaciones falsas de fraude electoral.

Aunque es poco probable que el juicio político sea aprobado en el Senado antes de que Trump abandone el cargo, el voto en la Cámara de Representantes envía un mensaje claro de que la conducta del presidente no será tolerada.

La votación también es un testimonio del grado en que la retórica de incendiaria del presidente ha polarizado a la nación y ha erosionado la confianza en el sistema electoral estadounidense.

El juicio político, visto como una forma extrema de controlar al poder ejecutivo, ha sido utilizado solo tres veces en la historia de Estados Unidos: contra el presidente Andrew Johnson en 1868, al presidente Bill Clinton en 1998, y ahora al presidente Trump.