La noche del jueves se vivió un incidente lamentable en las inmediaciones del RCDE Stadium, donde un atropello dejó a 13 personas heridas, aunque afortunadamente ninguna de gravedad. Los informes provienen de las autoridades locales, específicamente los Mossos d'Esquadra, quienes han estado al tanto de la situación.

De acuerdo con el Sistema d'Emergències Mèdiques (SEM), de los heridos, cuatro presentan lesiones de consideración leve, mientras que los restantes nueve sufrieron impactos menores. Las condiciones de los afectados están bajo vigilancia, aunque no se reportan casos críticos.

Las autoridades catalanas han decidido iniciar una investigación exhaustiva para esclarecer las circunstancias del atropello, buscando obtener toda la información necesaria para prevenir futuros incidentes.

La situación generó tensión durante el inicio del partido, ya que en torno al minuto 9, la afición del Espanyol interrumpió momentáneamente el juego solicitando al portero Joan García que no continuara y que se diera una pausa por el accidente ocurrido.

Al respecto, el club se pronunció a través del sistema de megafonía, describiendo el evento como un accidente desafortunado. Tras una consulta con un representante de los Mossos y con los delegados de ambos equipos, el árbitro César Soto Grado tomó la decisión de reanudar el partido poco después, lo que permitió que la competición continuara pese a las circunstancias adversas.