Alcaldes del partido Junts están trabajando en una nueva propuesta que busca transformar el padrón en un instrumento que realmente refleje condiciones de vida dignas para todos los ciudadanos.

BARCELONA, 21 Abr.

Jordi Turull, secretario general de Junts, ha puesto en tela de juicio la práctica actual de empadronar a cualquier persona en cualquier lugar, subrayando la necesidad de realizar cambios significativos en este aspecto.

Durante una entrevista con Europa Press, Turull manifestó: "Es necesario reformar el sistema de empadronamiento. Resulta absolutamente ilógico que se pueda registrar a alguien diciendo que vive en un río. Esto no solo perjudica a la persona, sino que además crea situaciones de marginalidad que no podemos permitir".

El líder del partido exige establecer una política clara sobre el empadronamiento y reveló que los alcaldes de Junts están desarrollando una propuesta destinada a realizar modificaciones en este ámbito, asegurando que el registro oficial de residencia tenga como objetivo reflejar "una vida digna".

Turull cuestionó el concepto actual que permite empadronar a individuos en condiciones absurdas. "¿Es normal que alguien esté empadronado en un río?", se preguntó, resaltando la necesidad de un enfoque más humano y realista en la gestión de este proceso.

Desde su perspectiva, no tiene sentido que se permita el empadronamiento de personas que afirman vivir en un lugar inapropiado, como debajo de un puente o en un pabellón deportivo. Además, defendió que el contexto cambió drásticamente en las últimas dos décadas, lo que hace imprescindible una revisión de las normas actuales.

En un tono crítico, Turull afirmó que no es justo que los alcaldes sean tachados de racistas por intentar hacer cumplir la lógica en estos registros. "El verdadero racista es aquel que tolera que alguien se empadrone en un lugar tan ridículo", sentenció.

Según el secretario general, Catalunya enfrenta un gran desafío demográfico que exige una gestión más efectiva y recursos adecuados para abordar el fenómeno de la inmigración, y el empadronamiento debe ser parte de este enfoque integral.

Después de alcanzar un acuerdo con el PSOE sobre la delegación de competencias en materia de inmigración, Turull expresó su deseo de que la propuesta de ley sea llevada al Congreso antes del verano, y están dispuestos a dialogar con Podemos, Sumar y otras formaciones para mejorar el texto, siempre manteniendo su postura firme.

Asimismo, ha instado a los socialistas a colaborar en la tramitación de esta iniciativa, recordando que si el PSOE puede negociar en diversos frentes, también debe aplicar esa lógica para apoyar su propuesta.

Tras recibir un aviso de Podemos sobre la necesidad de apoyar su Iniciativa Legislativa Popular (ILP) para la regularización de migrantes, Turull instó a todos a analizarla detenidamente, defendiendo que el respaldo de Junts fue crucial para su avance.

El secretario general rechazó las acusaciones de que su partido es antiinmigración, tildándolas de "difamación", y afirmó la importancia de tener una política clara que asegure tanto la cohesión social como el respeto de derechos y deberes para todos.

Cuando se le cuestionó sobre la posible emergente de Aliança Catalana entre los votantes de Junts, Turull aseguró que su foco está en generar confianza entre los ciudadanos, al considerar que su partido es la auténtica alternativa a los socialistas.

En cuanto a la posible influencia de AC en el panorama político, previno que otros partidos podrían sorprenderse ante las repercusiones que esto puede acarrear, más allá de lo que anticipan.

También evitó especular sobre futuros pactos con AC tras las elecciones municipales, manifestando que discutir sobre alianzas hipotéticas es un agravio a la inteligencia del electorado. "Si nos presionan tanto sobre esto a dos años de las elecciones, es que están acaso nerviosos. Nosotros nos dedicaremos a lo nuestro, sin distracciones", concluyó.

Finalmente, Turull criticó la gestión del actual presidente Illa, señalando que su administración sigue un modelo que privilegia intereses de grupos específicos, lejos de la verdadera representación de los ciudadanos. "No ayudaremos a Illa con negociaciones que nada aportan a nuestra causa", afirmando al mismo tiempo que el Govern ha tenido que recurrir a personas de otros partidos por falta de preparación propia en sus filas.

"Si su personal no está a la altura, es una señal clara de dónde se encuentran sus prioridades", concluyó Turull, haciendo un llamado a la responsabilidad individual de los políticos.