Yanguas de la Fundación La Caixa destaca la vejez como una etapa propicia para el crecimiento personal.

El director científico del programa de Personas Mayores de la Fundación La Caixa, Javier Yanguas, ha expuesto una reflexión sobre el envejecimiento que trasciende la idea convencional de la jubilación como un tiempo de descanso. Para él, este periodo de la vida debe ser visto como una valiosa oportunidad para el crecimiento personal y la aportación al bienestar de la comunidad.
Yanguas sostiene que ya no existe una única experiencia de vejez, ya que la franja etaria de 65 a 95 años abarca realidades muy distintas. En una entrevista reciente en el MediaHub de la Fundación, subrayó que las nuevas generaciones no solo viven más tiempo, sino que, a su edad, presentan un mejor estado físico y social en comparación con sus predecesores. Sin embargo, uno de los grandes retos es infundir propósito a esos tres decenios de vida que vienen tras la jubilación.
El experto considera que hay una responsabilidad moral y ética de cada individuo de buscar una existencia plena y con significado, sin desestimar por completo la importancia del ocio y el descanso. Critica la tendencia contemporánea que valora solamente el placer inmediato y aboga por una visión de la vejez donde primen el desarrollo personal, la autonomía y el compromiso social.
En su análisis, Yanguas enfatiza que la salida del ámbito laboral no debería implicar una retirada del disfrute de la vida. Actualmente, cerca del 20% de la población se encuentra en la categoría de mayores, y se estima que en el futuro, cuatro de cada diez personas tendrán más de 50 años. Este cambio demográfico, según él, requiere que la sociedad encuentre formas de integrar a los adultos mayores en la dinámica social, resaltando la importancia de su colaboración en el bien común.
Para lograr esta integración generacional, el científico sugiere la creación de espacios que fomenten la interacción y el trabajo conjunto entre adultos mayores y jóvenes, siempre basándose en la cooperación y el respeto a las habilidades de cada grupo, en vez de un enfoque meramente idealista.
Aunque reconoce que el envejecimiento puede ser un momento de vulnerabilidad, Yanguas anima a las personas a aprender a lidiar con las dificultades inherentes a esta fase, adaptándose a los cambios y resignando ciertas expectativas que pueden ser complicadas. Envejecer, argumenta, implica un proceso de adaptación que a veces resulta desafiante.
Asimismo, Yanguas aborda la complejidad de la soledad en la vejez, considerándolo un aspecto intrínseco de la condición humana que se debe aprender a manejar. Esta soledad puede estar ligada a diversas vulnerabilidades, que van desde la pérdida de seres queridos hasta situaciones adversas como pobreza o vivir en comunidades con dificultades.
Por otro lado, el programa de Personas Mayores de la Fundación La Caixa se dedica tanto a trabajar con los individuos como a involucrar a las comunidades, y uno de sus objetivos es concienciar a la sociedad sobre la importancia del papel activo de los mayores en el tejido social.
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