Alrededor de 100 manifestantes bloquean Via Laietana en Barcelona exigiendo el cambio de sede de la Jefatura de Policía.

BARCELONA, 15 Abr. - La Associació Antic Gremi de Revenedors ha decidido sumarse a las protestas que piden la reubicación de la Jefatura Superior de Policía de la Via Laietana, promoviendo que el edificio se transforme en un memorial dedicado a las víctimas de represión durante el franquismo y la transición.
Este martes por la tarde, alrededor de un centenar de ciudadanos se concentraron ante la jefatura policial, exigiendo que el edificio, símbolo de un pasado doloroso, se convierta en un espacio que honre la memoria de aquellos que padecieron torturas y abusos en sus instalaciones.
La movilización se enmarca dentro de una serie de actos impulsados por la Assemblea Nacional Catalana (ANC) y la Comissió de la Dignitat, cuya finalidad es no solo recordar, sino también abogar por un espacio que refleje la historia y el sufrimiento del pueblo catalán.
Entre los asistentes se encontraba Jordi Llobet Martí, quien compartió su experiencia tras ser detenido el 27 de febrero de 1984 a los 18 años por participar en una manifestación en la plaza Sant Jaume. Según Llobet, la intervención policial fue violenta desde el comienzo, siendo él mismo objeto de humillaciones y agresiones físicas mientras era trasladado a la comisaría de Via Laietana.
En su relato, Llobet afirma que fue obligado a comunicarse en castellano bajo amenazas de violencia y sufrió trato cruel, siendo maltratado tanto física como psicológicamente por los agentes que lo detuvieron. Su experiencia incluye momentos de angustia ante la falta de información sobre los motivos de su arresto y la ausencia de cualquier respeto hacia sus derechos.
El testimonio de Llobet se ha convertido en uno de los pilares de la reivindicación, especialmente ahora que la Fiscalía de Barcelona ha comenzado a investigar estos supuestos abusos. Esto ha revitalizado la discusión sobre las atrocidades cometidas en dicho edificio, que muchos consideran un vestigio de un periodo oscuro de la historia de España.
Francesc Sendil, presidente de la Associació Antic Gremi de Revenedors, subrayó la importancia de apoyar a las víctimas y mantener viva su memoria. Él enfatizó que la actual ubicación de la comisaría simboliza un colonialismo opresor que no debe ser ignorado, argumentando que el destino de este inmueble debe ser un recordatorio de lo que no debe repetirse.
La cofundadora de la Comissió de la Dignitat, Pilar Rebaque, también aplaudió la apertura de la investigación y agradeció a Blanca Serra, quien fuera parte fundamental en la denuncia. Rebaque criticó la postura del sindicato policial que se comprometió a defender la Jefatura, sugiriendo que sus declaraciones eran reminiscencias de posturas de extrema derecha que ignoran la ley de memoria histórica.
Finalizando la concentración, los participantes, incluido Josep Cruanyes de la ANC, recurrieron a la memoria colectiva al leer los nombres de supuestos torturadores, mientras entonaban el himno nacional Els Segadors, reafirmando su demanda de justicia y reconocimiento de las atrocidades del pasado.
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