El presidente de Pimec, Antoni Cañete, ha reiterado su preocupación por los "daños colaterales" que la reducción de jornada laboral a las 37,5 horas semanales podría ocasionar a las pymes y a los autónomos. Por su parte, el secretario general de UGT, Pepe Álvarez, ha argumentado que los convenios colectivos afectan por igual a todas las empresas, independientemente de su tamaño.

BARCELONA, 5 Feb.

En un debate en Ser Catalunya, ambos líderes sindicales han expresado su disposición a negociar la reducción de jornada, aunque discrepan en el ámbito en el que esta negociación debería llevarse a cabo. Mientras Álvarez aboga por el diálogo social para establecer esta medida mediante ley, Cañete prefiere enmarcarla en la negociación colectiva.

Cañete ha lamentado que el diálogo no se haya producido en el ámbito correspondiente, mientras que Álvarez ha responsabilizado a las patronales por no querer participar en la discusión. A pesar de esto, Álvarez ha manifestado la disposición de su sindicato a analizar los problemas que esta medida pueda acarrear y a discutir sobre cómo y cuándo implementarla.

En relación a los efectos de la reducción de jornada en las pymes y autónomos, Cañete ha advertido sobre el impacto negativo que esta medida podría tener en sectores intensivos en fuerza laboral, como la limpieza y la seguridad. Por otro lado, ha mencionado que los autónomos podrían verse obligados a aumentar su jornada laboral para cubrir las horas que sus empleados dejarán de trabajar.

Álvarez ha rechazado la idea de diferenciar entre empresas según su tamaño, insistiendo en que los convenios colectivos rigen las relaciones laborales de todas las empresas de igual manera. Además, ha mencionado que la preocupación principal en la actualidad no es tanto el tiempo de trabajo, sino el salario, dadas las dificultades económicas y de acceso a la vivienda.

En conclusión, el debate sobre la reducción de jornada laboral continúa generando discrepancias entre los representantes sindicales y empresariales, quienes buscan llegar a un acuerdo que beneficie tanto a los trabajadores como a las empresas, especialmente aquellas de menor tamaño.