En una decisión esperada, el Banco Sabadell había anticipado que el Banco Central Europeo (BCE) daría luz verde a la oferta pública de adquisición (OPA) de BBVA hacia la entidad bancaria catalana. Sin embargo, enfatizan que esta movida es perjudicial para las pequeñas y medianas empresas (pymes) que buscan acceso al sector bancario y para los accionistas de Sabadell.

Según fuentes del banco, esta decisión se basa principalmente en una evaluación prudente y no elimina la necesidad de que la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) y posiblemente el Gobierno analicen la transacción.

El BCE toma en cuenta la solvencia del potencial comprador al emitir su opinión, sin abordar aspectos fundamentales como la competencia en el sector bancario español, el apoyo a las pymes o asuntos cruciales sobre el valor de la propuesta para los accionistas de Sabadell, explican.

En este sentido, subrayan que el proceso sigue siendo complejo y largo, y aseguran que los accionistas de Sabadell no necesitan tomar decisiones en este momento.

El permiso de Fráncfort era uno de los requisitos clave que BBVA necesitaba para proceder con la OPA, y esta semana también recibió la aprobación de los reguladores británicos para su control indirecto de TSB, la filial de Sabadell.