En un reciente comunicado, la presidenta de la CUP en el Parlament, Pilar Castillejo, ha levantado la voz contra las actuaciones del presidente de la Generalitat, Salvador Illa, y la consellera Sílvia Paneque. Según Castillejo, la celebración de actos con motivo del 12 de octubre durante una potente tormenta en Catalunya fue inapropiada y refleja una falta de compromiso con la realidad del país.

Durante una rueda de prensa llevada a cabo el martes en la Cámara catalana, Castillejo destacó que en un día en que las infraestructuras estaban severamente afectadas, con carreteras colapsadas y trenes fuera de servicio, tanto Illa como Paneque deberían haber estado presentes para abordar la crisis. Cuestionó la actitud de Paneque, a quien acusó de dedicarse a hacer campaña en Girona en vez de atender la emergencia.

La dirigente mostró su apoyo a los ciudadanos golpeados por las inundaciones en la región de Terres de l'Ebre (Tarragona) y enfatizó que lamentar la situación no es suficiente. Para ella, se necesitan acciones concretas, ya que ignorar los problemas actuales sería una falta de responsabilidad.

En este contexto, Castillejo exigió una mayor inversión en los servicios de emergencia, especialmente para el personal que trabaja en el número 112, que ha estado en huelga demandando la internalización de sus servicios. Asimismo, recalcó la necesidad de establecer un cuerpo propio para Protecció Civil y solicitó que se implementaran mejores sistemas de comunicación para facilitar la coordinación en situaciones críticas.

La líder de la CUP también criticó las decisiones relativas a las restricciones de movilidad impuestas durante las tormentas, señalando que, en lo que respecta a cuestiones laborales, solo se ofrecieron recomendaciones. Abogó por la protección jurídica de los trabajadores, pidiendo que se les permitiera no asistir a sus trabajos a menos que fueran esenciales.

En otro aspecto, se refirió al recién firmado acuerdo para la paz en Gaza, afirmando que no cumple con lo que se esperaría de un acuerdo genuino, dado que ambas partes no han alcanzado un consenso claro. Castillejo argumentó que estos acuerdos parecen más bien un medio para seguir alimentando la especulación en torno al conflicto bélico.

A pesar de sus reservas, celebró el alto el fuego y el intercambio de rehenes. Sin embargo, enfatizó que el conflicto no ha llegado a su fin y llamó a la ciudadanía a participar en la huelga general programada para el 15 de octubre como forma de presionar a los gobiernos responsables.

Finalmente, la presidenta también abordó la renovación del contrato de la Fundació Resilis por parte del departamento de Derechos Sociales de la Generalitat, denunciando las diversas irregularidades que se han señalado en la fundación. Criticó la decisión de continuar con contratos en instituciones marcadas por la corrupción, argumentando que cambiar simplemente el nombre de la entidad no resuelve los problemas subyacentes.