En un acto celebrado en Barcelona el pasado 16 de noviembre, la exalcaldesa Ada Colau se despidió de su rol como cocoordinadora de Catalunya en Comú durante la IV Asamblea del partido, donde enfatizó la necesidad urgente de que la formación política recupere su conexión con la ciudadanía.

Colau, con un tono crítico, afirmó que "aquellos que no quieren renunciar a sus privilegios son los que nos quieren impotentes", una declaración que resuena con quienes consideran que la élite está desconectada de las necesidades reales del pueblo. En su discurso, la exalcaldesa presentó un informe de gestión donde subrayó que el enfoque de los Comuns debe ser generar sueños y esperanzas que ayuden a combatir la sensación de impotencia ampliamente compartida por la población.

La exalcaldesa sostiene que es imprescindible que los Comuns se perfilen como un símbolo de esperanza en un mundo donde crece la angustia derivada de conflictos bélicos y el avance de movimientos políticos calificados como ultraderecha. Colau hizo hincapié en que este partido tiene ante sí el desafío de luchar contra aquellos que persisten en sus privilegios, lo que, según ella, impide el progreso y bienestar social.