
Los montañistas conmemoran su ascenso al Everest como una experiencia inolvidable, marcada por desafíos significativos.
Este 28 de agosto se cumplen 40 años de un acontecimiento trascendental en la historia del alpinismo catalán: la primera expedición de esta comunidad logró alcanzar la cima del Everest en 1985. Sin embargo, esta celebración también viene acompañada de críticas por la transformación de la montaña en una "ruta comercial".
Carles Vallès, uno de los protagonistas de aquella hazaña y parte del equipo que hizo historia, lamentó en una entrevista que la mística del Everest se ha diluido: "No hemos podido evitar que se convierta en un negocio", comentó a Europa Press.
La expedición que marcó este histórico ascenso estuvo compuesta por 14 alpinistas catalanes y cinco sherpas nepalíes, en un esfuerzo conjunto para obtener los permisos necesarios y así empezar la escalada.
Vallès enfatizó que se seleccionó a "los mejores talentos del alpinismo catalán", un sector que contaba en aquella época con varios cientos de profesionales altamente capacitados.
Después de dos intentos fallidos en 1982 y 1983, el grupo logró alcanzar la cima por la arista noreste, convirtiéndose en la primera agrupación occidental en lograrlo, dado que hasta entonces solo grupos de China y Japón lo habían conseguido.
El alpinista recordó que el éxito se debió al esfuerzo colectivo: "Aunque no todos llegaron al pico, la contribución de cada miembro fue fundamental para nuestra victoria".
Cuarenta años después, Vallès evoca aquella expedición como una gran aventura cargada de exigencias: "Estábamos completamente solos en la montaña, sin internet. Nuestra única fuente de información eran las revistas de alpinismo".
La escasa información sobre la ruta obligó al equipo a improvisar en ciertas ocasiones, como el instante crítico en que el mal tiempo les forzó a interrumpir su descenso y pasar la noche en una pequeña cueva a 8.600 metros de altitud, sin equipo para descansar.
Vallès destacó que, hasta ese momento, no había constancia de que alguien hubiera pasado la noche en tales condiciones, recordando que en ese tiempo no se utilizaban botellas de oxígeno.
Hoy en día, lamenta que ascender al Everest se ha vuelto "relativamente fácil", gracias a la asistencia de empresas dedicadas a ayudar a los excursionistas a transportar su equipo y asegurar rutas con cuerdas.
Para Vallès, la actual tendencia de los montañistas que buscan simplemente capturar una fotografía en la cima representa un problema complejo y sin una solución fácil a corto plazo.
Categoría:
Newsletter
Entérate de las últimas noticias cómodamente desde tu mail.