
En un acto que evidencia la creciente insatisfacción entre los educadores catalanes, alrededor de 200 profesores se manifestaron ayer en Barcelona, frente a la sede de la Conselleria de Educación y Formación Profesional de la Generalitat. Este grupo, según la estimación de la Guàrdia Urbana, exige una mejora significativa en sus condiciones laborales, marcando el inicio de una serie de movilizaciones hasta que sus demandas sean atendidas.
La protesta fue organizada por varios sindicatos educativos, incluidos Ustec·Stes, CC.OO. Educació, CGT Ensenyament, UGT y el sindicato de docentes de religión de Catalunya Junts, quienes protagonizaron un corte temporal de la Via Augusta ante la sede consular. Su intención es hacer visible la urgencia de su situación laboral y la falta de avances en las negociaciones en curso.
Durante la manifestación, los educadores leyeron un manifiesto en el que denunciaron la paralización de las conversaciones que buscan mejorar sus condiciones laborales y salariales. El personal afectado abarca a una amplia gama de trabajadores, incluyendo los de atención educativa y guarderías, quienes se sienten desatendidos en este proceso.
Los docentes señalaron que el plan estratégico presentado por la Conselleria para el curso 2024-2025 debería haber facilitado aumentos salariales para todos los grupos profesionales, pero lamentan que estas promesas no se están cumpliendo en las reuniones de trabajo. Insisten en que la falta de progreso es inaceptable y que las negociaciones actuales deben llevar a cambios reales y efectivos.
Los manifestantes argumentan que la dignificación del sistema educativo en Cataluña no puede lograrse sin la implementación de mejoras para el colectivo docente, que incluye aumentar el número de profesores para responder a las necesidades del sistema y establecer ratios adecuadas para asegurar una atención de calidad a los estudiantes.
La líder del Comité Intercentros y responsable de personal laboral de CC.OO. Educació, Cesca Pérez, enfatizó la importancia de transformar las plazas temporales en fijas, asegurando así que los docentes tengan la seguridad de contar con un puesto de trabajo cada inicio de curso.
Asimismo, Elena Rosillo, representante de UGT en el sector laboral, subrayó que el objetivo es comenzar el nuevo periodo escolar con protestas activas y advirtió que, si la situación no mejora, se podría considerar una huelga como último recurso para presionar por sus reivindicaciones.
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