En Barcelona, el Instituto de Salud Global (ISGlobal) ha llevado a cabo un estudio que revela que más de la mitad de las muertes relacionadas con el calor durante el verano de 2022 se deben al cambio climático provocado por la actividad humana. Este centro, impulsado por la Fundación La Caixa, ha publicado sus hallazgos en la revista 'Climate and Atmospheric Science'.

Según la investigación, las altas temperaturas causaron más de 68.000 muertes en 35 países europeos durante la temporada estival. De estas, aproximadamente el 56% serían evitables si no existiera el calentamiento global, siendo las regiones del sur las más afectadas. A su vez, se ha observado que las mujeres y las personas mayores son los grupos más vulnerables a los efectos adversos del aumento de las temperaturas.

Thessa Beck, investigadora del estudio, ha destacado la importancia de entender cómo el calentamiento global impacta en la salud pública. Además, se ha constatado que las mujeres y las personas de 80 años o más son los más afectados, con un mayor número de muertes atribuidas al cambio climático en comparación con los hombres y las personas más jóvenes.

De acuerdo a las conclusiones del estudio, entre el 44% y el 54% de las muertes relacionadas con el calor entre 2015 y 2021 pueden ser atribuidas al calentamiento global. En el caso de 2022, se observa un incremento del 40% en la mortalidad por calor y un aumento significativo en las muertes vinculadas al calentamiento antropogénico.

Joan Ballester Claramunt, investigador del proyecto Early-Adapt del Consejo Europeo de Investigación, ha hecho un llamamiento a los gobiernos europeos para que intensifiquen las medidas de vigilancia y prevención ante este problema. Es fundamental implementar estrategias de adaptación y esfuerzos globales de mitigación para hacer frente a las consecuencias del cambio climático en la salud de la población.