La adjunta para la Defensa de los Derechos de la Infancia y la Adolescencia del Síndic de Greuges, Aida C. Rodríguez, ha expresado su preocupación por la regulación de los móviles en las escuelas, argumentando que esto pone a las instituciones educativas bajo "presión de las familias".

En una entrevista reciente, Rodríguez destacó la importancia de evaluar las medidas implementadas por la Conselleria de Educación de la Generalitat para combatir la violencia contra los menores en el ámbito educativo, con el objetivo de evitar una visión a corto plazo.

La adjunta elogió las acciones tomadas por Educació para abordar el bullying, como la creación de los coordinadores de bienestar (Cocobe), la modificación del protocolo ante situaciones de violencia, y el registro de casos por parte de la Unidad catalana contra el acoso (Usav).

Además, Rodríguez hizo hincapié en la importancia de evaluar el progreso de estas medidas para garantizar que tengan continuidad y efectividad a largo plazo, especialmente ante posibles cambios en las prioridades presupuestarias con un nuevo Govern.

La experta también señaló la necesidad de ampliar el enfoque más allá del bullying y considerar otras formas de violencia contra los menores en el entorno educativo, abogando por la creación de espacios libres de violencia para los niños.

En relación con el uso de los móviles en la educación, Rodríguez propuso una concienciación sobre su uso adecuado, haciendo hincapié en la responsabilidad de las empresas y la importancia de un pacto social sobre el tema. Para ella, dejar esta regulación en manos de los centros educativos genera presión por parte de las familias y puede tener consecuencias negativas para los alumnos, especialmente los más vulnerables.