En un evento significativo celebrado en Barcelona, el presidente de la Generalitat, Salvador Illa, cedió este miércoles la presidencia de la Eurorregión Pirineos Mediterráneo a Antònia Estarellas, consellera de Presidencia y Administraciones Públicas del Gobierno balear. Durante la ceremonia, Illa instó a la Unión Europea a no perder de vista el Mediterráneo en sus nuevas orientaciones.

El acto tuvo lugar en el Palau de la Generalitat, con la presencia de Carole Delga, presidenta de la Región de Occitania, quien había sido la titular de la presidencia rotatoria de la Eurorregión durante dos años, antes de su traspaso a Catalunya en 2023.

Illa destacó que en los inicios de la UE la atención estaba centrada en el norte, pero se ha logrado un enfoque hacia el sur. El presidente remarcó que es fundamental que Europa no solo mire al este, sino que mantenga su interés en el Mediterráneo.

Durante su mandato, Illa afirmó que se ha fortalecido la comunicación entre las regiones y las instituciones europeas, además de promover proyectos significativos que abordan problemas transfronterizos como la sequía.

En su discurso, Illa identificó como desafíos futuros el aumento de la influencia de las eurorregiones en la formulación de políticas sociales, económicas y medioambientales de la UE, así como la promoción efectiva del corredor mediterráneo y la simplificación de las políticas transfronterizas por parte de los Estados miembros.

Refiriéndose a la coyuntura global actual, hizo un llamado a la ciudadanía de Catalunya, las Baleares y Occitania, así como a todos los españoles y franceses, a unir fuerzas para defender la construcción europea, enfatizando su visión de la UE como símbolo de diversidad.

El presidente expuso su deseo de que todos los ciudadanos europeos sientan un orgullo similar al identificarse como europeos, así como lo hacen al expresar su identidad regional o nacional. Afirmó que este momento es crucial para el futuro del proyecto europeo, pero se mostró optimista respecto a su fortalecimiento.

Illa reafirmó su compromiso con una Europa que sea más integrada, segura y próspera. Aseguró que los 15 millones de habitantes de la Eurorregión han contribuido a forjar una Europa y un Mediterráneo más positivos gracias a su capacidad de colaboración.

Señaló que, en lugar de ver los Pirineos como una barrera, se han considerado como un punto de encuentro para la cooperación en políticas transnacionales. Asimismo, en vez de un mar cerrado, el Mediterráneo ha sido visto como un espacio abierto lleno de oportunidades.

Antes del traspaso oficial, Illa y Delga se reunieron para discutir la estratégicas futuras. En su intervención, Delga mencionó que la presidencia balear coincidirá con las deliberaciones sobre los próximos presupuestos de la UE, advirtiendo que las decisiones sobre armamento y defensa influirán en la política de cohesión.

Delga subrayó que Europa se encuentra en un "cruce de caminos", instando a asumir el control de su propio destino y resaltando la importancia de la estabilidad y la paz en tiempos de creciente violencia política y militar.

Abogó por una colaboración más estrecha entre las regiones europeas y aquellas situadas al otro lado del Mediterráneo, afirmando que el conocimiento y el trabajo conjunto son esenciales para avanzar hacia la paz, especialmente en el contexto de los conflictos en Oriente Medio.