
En Cataluña, se prevé la incorporación de hasta 107,000 viviendas de alquiler protegido de manera permanente en un total de 134 áreas, con el fin de abordar la creciente crisis habitacional que enfrenta la región.
Salvador Illa, presidente de la Generalitat, presentó este martes un ambicioso plan en el Parlament para mobilizar todos los recursos urbanísticos disponibles, con la meta de construir alrededor de 210,000 viviendas a lo largo de Cataluña. Según sus estimaciones, entre un 40% y un 50% de estas nuevas construcciones serán de protección oficial.
Durante su intervención en la primera jornada del Debate de Política General, Illa destacó la importancia de la cooperación entre el sector público y privado, así como con organizaciones del tercer sector, para llevar a cabo este proyecto. Este enfoque, según Illa, es fundamental para alcanzar los objetivos habitacionales propuestos.
La propuesta de Illa no solo se centra en la cantidad de viviendas, sino en mejorar la calidad de su construcción, prometiendo una industrialización del proceso que acorte plazos y fomente prácticas de eficiencia energética y economía circular. Esto se complementará con un plan existente que contempla la creación de 50,000 viviendas públicas para 2030, anunciado previamente en el Debate de Política General de 2024.
El presidente explicó que se ha realizado un exhaustivo análisis del territorio catalán para identificar las áreas propicias para nuevas viviendas. El Govern se compromete a utilizar todos los recursos a su disposición para acelerar la construcción de viviendas.
Con la ejecución de este plan, se espera que entre 70,000 y 107,000 pisos sean añadidos de forma permanente al parque de viviendas de protección oficial. El resto de las viviendas, que completarán el total de 210,000, estarán destinadas al mercado libre, en áreas urbanísticas donde ya se ha identificado suelo disponible.
Este desarrollo se estructurará en tres bloques, clasificados según el nivel de avance de su planificación y gestión, evitando así la necesidad de recalificaciones de suelo. El objetivo es incrementar la oferta de vivienda, especialmente la pública, buscando que al menos un 15% de las viviendas en Cataluña sean de uso social, en comparación con el 3.7% actual.
El primer bloque contempla 25 áreas con planeamiento aprobado, donde se prevé levantar 21,728 viviendas que comenzarían a construirse entre 2026 y 2027. El segundo bloque reunirá 57 áreas con planeamiento en curso, capaces de albergar 32,396 viviendas, las cuales podrían entra en producción a partir de 2027.
Por último, el tercer bloque movilizará terrenos en 52 áreas donde la planificación aún está pendiente, proyectando que se puedan construir 118,562 viviendas. Esta cifra podría aumentar a 160,000 si se ajustan los criterios de densidad y edificabilidad, tal como se ha comprometido Illa.
El presidente anunció que se agruparán áreas con más de 1,000 viviendas, y aseguró que el Govern activará todos los recursos necesarios para que estas construcciones estén en proceso entre 2028 y 2030.
La distribución de las 210,000 viviendas se realizará en diversas zonas, incluyendo 39 en el área metropolitana de Barcelona y 32 en el resto de la provincia, entre otros lugares de Cataluña.
Illa enfatizó que este esfuerzo se realizará junto a promotores inmobiliarios y el sector privado, con un claro enfoque en la emergencia habitacional. Además, comprometió a su administración a mantener un diálogo abierto con los alcaldes de los municipios donde se ubicarán estas áreas, buscando colaboración y propuestas realistas que contribuyan al proyecto.
Por último, reafirmó su compromiso con la sostenibilidad y la protección del medio ambiente en el desarrollo de viviendas, destacando la necesidad de actuar con determinación ante un mercado que requiere intervención cuando no funciona adecuadamente.
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