El portavoz de Rodalies, Antonio Carmona, ha solicitado a las compañías de autobuses que implementen un plan de contingencia ante el inminente corte del servicio de la línea R3, que comenzará el 7 de octubre y durará 16 meses. Este cierre, según Carmona, aumentará el tiempo de viaje para los usuarios entre 20 y 30 minutos, lo que representa un desafío considerable para la movilidad en la región.
Durante una conferencia de prensa celebrada el jueves, Carmona abordó las pruebas de los autobuses que se encargarán de cubrir el trayecto afectado por el corte. Este tramo va de Montcada Bifurcació a La Garriga, y luego de Mollet Santa Rosa a La Garriga. A pesar de los inconvenientes que esta situación puede ocasionar, el portavoz enfatizó que son necesarias las obras para mejorar la infraestructura ferroviaria.
Carmona defendió la importancia de las inversiones que se están llevando a cabo, que incluyen la duplicación de la vía entre Parets del Vallès y La Garriga y la implementación de un nuevo sistema de gestión del tráfico en la estación de Montcada-Bifurcació, además de la remodelación de las vías existentes. Estas mejoras son consideradas altamente demandadas por la población local.
Durante el período de interrupción, Renfe tiene planificadas 43.500 plazas diarias de autobuses, tanto en trayectos directos como con paradas, como parte de un plan alternativo de transporte. Carmona aseguró que contarán con suficientes autobuses para atender a la demanda generada por los cambios en el servicio.
El portavoz también destacó que las primeras semanas servirán para calcular con mayor precisión los tiempos de viaje entre las diferentes poblaciones afectadas. Confiaba en que se tenía todo listo para el miércoles, asegurando que se había solicitado a las empresas de autobuses que prepararan un plan de contingencia para poder responder rápidamente ante cualquier eventualidad que se pudiera presentar.
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