En recientes declaraciones, el portavoz del Partido Popular en el Parlament, Juan Fernández, ha criticado la decisión de la Junta de Portavoces de suspender el pleno tras el asalto a la Global Sumud Flotilla y la detención de la diputada de la CUP, Pilar Castillejo. Según Fernández, esta acción perjudica los intereses generales y de los ciudadanos, quienes, ante todo, deberían estar concentrados en sus trabajos y rutinas diarias.

Durante una conferencia de prensa en el Parlament, el portavoz manifestó que esta suspensión contribuye a un espectáculo absurdo, en línea con lo que él considera que era el objetivo de la Flotilla: "Nunca antes se había visto un pleno del Parlament paralizado debido a un conflicto bélico en el extranjero", expresó.

Fernández subrayó que el propósito del Parlament no es apoyar manifestaciones políticas internacionales, sino enfocarse en solucionar las preocupaciones de los catalanes. "Los representantes políticos deben dedicarse a la gestión de los problemas locales, no a promover causas ajenas", indicó durante sus comentarios.

Ante la pregunta sobre cómo deberían reaccionar frente a la detención de un diputado, Fernández aseguró que "cada político debe aceptar las consecuencias de sus decisiones". Afirmó que si él estuviese en una situación similar en un país como Corea del Norte, no pediría la suspensión de un pleno por su detención.

El portavoz sostuvo que los efectos de las acciones de Castillejo están empezando a verse, insistiendo en que los ciudadanos de Cataluña no deben cargar con la responsabilidad de las decisiones de la diputada. Afirmó que la misión de la Flotilla no buscaba brindar ayuda a Gaza, sino que se trataba de un acto concebido para generar un espectáculo mediático.

Por último, Fernández reiteró que su partido mantiene una postura clara respecto al conflicto en cuestión, expresando su respeto y solidaridad con todas las víctimas de la guerra, algo que, en su opinión, muchos otros no hacen. También advirtió que "Ada Colau y Pilar Castillejo volverán pronto a sus hogares en un avión cómodo, mientras que los rehenes mantenidos por Hamás sufrirán en condiciones deplorables", añadiendo que quienes se unieron a la misión eran conscientes de los riesgos implicados.