GIRONA, 22 de diciembre. El conseller de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación de la Generalitat, Òscar Ordeig, ha dado a conocer los resultados de una reciente auditoría sobre el Irta-CReSA, destacando que los expertos han validado tanto las instalaciones como los protocolos de trabajo del centro. Esta evaluación, realizada por un equipo formado por cuatro especialistas externos y dos internos, otorga un respaldo a la labor que se lleva a cabo en esta entidad.

Durante una comparecencia ante los medios tras su visita a Càrniques Juià en Juià, Ordeig subrayó la importancia de esta auditoría, que confirma que las instalaciones del centro son adecuadas para operar bajo el nivel 3 de contención biológica, lo que las hace aptas para el manejo seguro del virus de la peste porcina africana (PPA).

El informe también ha sometido a revisión aspectos clave como los sistemas de bioseguridad, la gestión interna, la formación del personal y el control de accesos, así como la correcta eliminación de residuos y el cumplimento de las normativas tanto a nivel europeo como internacional.

Hasta la fecha, el conseller ha apuntado que se han detectado 27 casos positivos entre 432 animales analizados, lo que representa un 6% de los estudios realizados. Sin embargo, en una muestra reciente de 240 animales, solo se ha registrado un único caso positivo en los últimos 11 días, lo que sugiere una tendencia alentadora en el control de la enfermedad.

Con el fin de reforzar la bioseguridad en el sector porcino, el Govern ha implementado un nuevo plan de bioseguridad 360. Este ambicioso plan busca incrementar la vigilancia y los estándares de bioseguridad en todas las explotaciones y la cadena de valor asociada a la actividad.

Ordeig ha resaltado que se han diseñado 12 medidas específicas dentro de este plan. Entre ellas se encuentran realizar un análisis de riesgo para las explotaciones, colaborar con transportistas para asegurar la desinfección en el transporte, y establecer una comisión técnica con representantes del sector para coordinar esfuerzos en la aplicación de estas medidas y su seguimiento.

Además, se prevé la creación de un foro que incluirá a todas las administraciones implicadas para acordar las acciones necesarias, así como una revisión anual de las encuestas de bioseguridad y un estudio de buenas prácticas adoptadas en otros países que puedan ser beneficiosas para el sector en Cataluña.