La Fundación La Caixa promueve la biomímesis en medicina regenerativa y tratamientos contra el cáncer.

En un esfuerzo por avanzar en el campo de la biomímesis, la Fundación La Caixa ha apoyado diversas iniciativas innovadoras enfocadas en áreas como la medicina regenerativa y la mejora de tratamientos anticancerígenos. Esta disciplina promueve la exploración y recreación de estructuras biológicas con el fin de elevar la calidad de vida humana, según lo indicado en un informe reciente del MediaHub de la Fundación.
Uno de los proyectos sobresalientes, llevado a cabo por el equipo de Gate2Brain en el Hospital Sant Joan de Déu en Esplugues de Llobregat, en colaboración con el Instituto de Investigación Biomédica de Barcelona y la Universitat de Barcelona (UB), se centra en la entrega precisa de medicamentos a células tumorales. Este desafío es uno de los mayores obstáculos en el tratamiento de diversas enfermedades oncológicas.
El grupo ha desarrollado un péptido tractor que facilita el transporte de fármacos al cerebro, superando la barrera hematoencefálica. Para lograr esta hazaña, se inspiraron en péptidos naturales de venenos de escorpiones y abejas, apoyados por iniciativas como RecerCaixa y CaixaImpulse. Esta innovación promete revolucionar el tratamiento de patologías cerebrales, incluyendo el cáncer infantil.
Meritxell Teixidó, consejera delegada de Gate2Brain, comentó que los hallazgos no solo beneficiarían a los tratamientos actuales, sino que tienen el potencial de ampliar su aplicabilidad a otros medicamentos dirigidos al cerebro, dado que el 98% de estos requieren un tipo de transporte molecular similar al péptido que han creado.
Por otro lado, un equipo del Institut Català de Nanociència i Nanotecnologia (Icn2) ha diseñado una serie de membranas artificiales, inspiradas en la notable habilidad de los mejillones para adherirse en ambientes acuáticos. Estas membranas han sido probadas en estudios preclínicos para la regeneración de cartílago y piel, mostrando resultados prometedores.
Estos nuevos materiales poseen características que facilitan su integración con tejido biológico, son bioabsorbibles, tienen propiedades antimicrobianas y pueden ayudar a la transferencia de células hacia áreas dañadas, favoreciendo así la regeneración. Salvio Suárez, investigador del Icn2, mencionó que tras su éxito en la regeneración del cartílago, el equipo ahora está enfocado en la reparación de la piel y heridas comunes, llevando a cabo ensayos en cerdos, cuyas pieles son más parecidas a las humanas.
La técnica apunta a reducir el tiempo de hospitalización, las infecciones y los rechazos de injertos, con la esperanza de extender su uso a otras patologías. Su meta: realizar ensayos clínicos en humanos a la brevedad.
Un tercer proyecto, desarrollado por el Gulbenkian Institute for Molecular Medicine (Gimm) en Lisboa, apoya su investigación en salud mediante el estudio de los procesos embrionarios en el pez cebra para descubrir nuevos tratamientos para lesiones en la médula espinal. Este pez tiene la capacidad inigualable de continuar creando neuronas a lo largo de su vida, lo que le permite regenerar neuronas perdidas tras una lesión sin generar cicatrices ni inflamación crónica.
La investigadora Leonor Saúde del Gimm expresó su asombro al descubrir diferencias significativas en la cantidad de células senescentes entre los modelos estudiados; estas células suelen acumularse con la edad, mientras que en el pez cebra desaparecen en un corto período. Al experimentar con un fármaco senolítico en ratones con lesiones en la médula, su equipo notó una mejora notable en la recuperación motora y sensitiva.
Actualmente, están llevando a cabo experimentos con ARN para analizar a fondo estas células y su comportamiento. Su objetivo es identificar el origen de las células senescentes y las moléculas que producen, con la intención de desarrollar métodos más precisos para mitigar su efecto negativo en los tejidos dañados.
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