En el pasado 29 de enero, la ciudad de Barcelona se vio envuelta en una serie de eventos que han levantado un amplio debate social y político. El Juzgado de Instrucción 24 de Barcelona decidió dejar en libertad a cinco de las personas detenidas tras el desalojo de la conocida Antiga Massana, una decisión que ha generado reacciones diversas en la opinión pública.

Según un comunicado emitido por el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC), estos detenidos deberán presentarse periódicamente ante la justicia, una medida que refleja la gravedad de los incidentes acaecidos. La causa permanece abierta y se les imputa la comisión de varios delitos, que incluyen desórdenes públicos, atentado a la autoridad, lesiones y daños agravados, todos ellos ocurridos durante una protesta que tuvo lugar la noche del pasado martes.

En medio de esta situación, diferentes organizaciones han manifestado su preocupación por el número de heridos durante el operativo de desalojo. La Antiga Massana, junto con la Organització Juvenil Socialista (OJS), ha informado que aproximadamente 80 personas resultaron lesionadas, destacando que entre ellas hay al menos dos que requieren intervención quirúrgica y otras dos con heridas de gravedad. Además, han señalado que el total de detenidos asciende a siete, cinco de los cuales pertenecen a la OJS, quienes han exigido su “liberación inmediata”.