En un contexto donde la innovación tecnológica se convierte en un pilar fundamental para la soberanía nacional, la ministra de Ciencia, Innovación y Universidades, Diana Morant, ha enfatizado la importante inversión gubernamental que asciende a 25 millones de euros, destinada al Instituto de Microelectrónica de Barcelona. Este esfuerzo busca fortalecer la independencia estratégica del país en el ámbito de los microchips.
Morant realizó una visita a las instalaciones del Centro Nacional de Microelectrónica (IMB-CNM), que alberga la mayor sala blanca de investigación en España, perteneciente al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). Durante su recorrido, destacó el impacto positivo que este tipo de infraestructuras tiene en la capacidad científica del país.
La ministra subrayó que es esencial para España construir competencias sólidas en áreas como la microelectrónica y la fotónica, las cuales son consideradas tecnologías avanzadas que definirán el futuro de numerosos sectores, desde la salud hasta la industrialización.
El IMB-CNM se destaca por sus investigaciones en microelectrónica, que han dado lugar a desarrollos de dispositivos utilizados en campos médicos y medioambientales. Por ejemplo, han logrado crear sondas intracraneales para facilitar diagnósticos neurológicos y desarrollar microdosímetros para técnicas radiológicas avanzadas en el tratamiento del cáncer.
El equipo también se dedica a la creación de sensores compactos que ayudan en la supervisión de la calidad del aire y del agua, así como en la detección temprana de incendios forestales. Estos avances contribuyen significativamente a la electrificación de la industria y promueven una reducción en el uso de combustibles fósiles, demostrando un compromiso con el medio ambiente.
Morant ensalzó el talento de los investigadores españoles, afirmando que el Gobierno está comprometido a proporcionarles los mejores recursos disponibles a nivel mundial, lo que a su juicio estimulará la innovación y la competitividad en el sector tecnológico.
En cuanto a futuras inversiones, se prevé la modernización de la sala blanca de Micro y Nanofabricación, que incluye la actualización de equipos para optimizar la eficiencia energética y potenciar las capacidades de investigación. Esta mejora incluye la renovación de sistemas de climatización y la compra de equipamiento avanzado, como nuevos microscopios electrónicos y una sala blanca de Bioelectrónica de nivel 2, diseñada para evaluar dispositivos biomédicos en condiciones reales.
El Instituto de Microelectrónica de Barcelona celebra este año su 40 aniversario y ha sido reconocido como Unidad de Excelencia María de Maeztu. Su sala blanca, que forma parte del Centro Nacional de Microelectrónica (CNM), se erige como el principal nodo dentro de la Instalación Científico-Técnica Singular conocida como Micronanofabs, consolidando así su posición de liderazgo en la investigación tecnológica en España.
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