En un reciente informe, el subdirector general de programas de Protección Civil de Cataluña, Sergi Delgado, ha puesto de manifiesto la importancia de tener precaución con las corrientes marítimas, un factor que a menudo provoca incidentes fatales para los bañistas. Desde el inicio de la temporada de verano el pasado 15 de junio, se han registrado diez ahogamientos, lo que subraya la necesidad de tomar en serio este problema.
Delgado explica que muchos bañistas subestiman el riesgo que representan estas corrientes, que no son evidentes y que pueden provocar un agotamiento físico severo, dificultando su regreso a la orilla. Señala que aunque muchos evitan entrar al agua en condiciones adversas, la bandera amarilla, que permite el baño con precaución, puede inducir a algunos, especialmente a los más jóvenes, a ignorar los peligros asociados.
El subdirector advierte que este tipo de incidentes frecuentemente involucran a personas de avanzada edad que, si bien no están necesariamente bajo las peores condiciones del mar, sufren problemas de salud previos que pueden llevar a desmayos y, en consecuencia, a ahogamientos. Estos incidentes suelen ser más comunes entre hombres mayores de 80 años.
La ola de calor que se ha experimentado recientemente también contribuye a un aumento del número de bañistas en las playas, lo que incrementa el riesgo de emergencias relacionadas con el agua. Delgado subraya que el calor extremo puede exacerbar los problemas de salud preexistentes, aumentando la posibilidad de accidentes.
En caso de emergencia acuática, el Sistema de Emergencias Médicas (SEM) se activa al llamar al 112. La jefa de la región sanitaria del Penedès, Marta Olivé, destaca que la atención telefónica previa a la llegada de los servicios médicos es esencial, ya que permite guiar a quienes están presente en el lugar de la emergencia sobre las acciones que deben tomar para ayudar a la víctima.
Olivé recalca que su función es proporcionar tranquilidad a quienes reportan la emergencia y obtener información valiosa para coordinar la respuesta adecuada. Hasta que los equipos de emergencia llegan, la implicación del testigo es fundamental para aumentar las posibilidades de salvar la vida del ahogado.
Además, la importancia del socorrista no puede ser subestimada. Se insta a los bañistas a que presten atención a las banderas indicas y reconozcan si están en una zona vigilada, una medida elemental para garantizar su seguridad.
Por último, Protección Civil ha lanzado una campaña de concienciación enfocada en la seguridad en el agua durante este verano. Esta iniciativa resalta la "cultura de la autoprotección" y se centra en la vigilancia especial de los grupos más vulnerables, como los niños y los ancianos, quienes necesitan una supervisión adecuada para evitar riesgos innecesarios.
Se aconseja además a los ancianos con afecciones previas que se bañen en compañía de alguien que pueda llamar a un socorrista en caso de emergencia y que eviten nadar si se sienten mal o han consumido alcohol o drogas que puedan comprometer su coordinación.
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