Exministro israelí Ben Ami advierte que discutir la solución de dos estados es un error y aboga por la unidad palestina.

En medio de la crisis actual en Gaza, el exministro de Exteriores israelí, Shlomo Ben Ami, ha manifestado que intentar abordar la solución de dos estados entre Israel y Palestina es un "error táctico". Según él, esta estrategia solo logra fortalecer la posición del primer ministro Benjamin Netanyahu y su gobierno. Ben Ami sugiere, en cambio, la creación de un movimiento nacional palestino cohesionado que gire en torno a la Organización para la Liberación de Palestina (OLP).
Durante su intervención en el foro 'World In Progress', celebrado en Barcelona y organizado por Prisa, Ben Ami subrayó que, aunque la solución de los dos estados sería la más deseable, no se puede alcanzar en el contexto actual. Ha citado fracasos en negociaciones pasadas, como las de 2000, 2008 y 2014, y ha señalado que “no se ha logrado un equilibrio” en las relaciones con la parte palestina.
Además, Ben Ami considera que la opinión pública israelí no cambiará su postura inmediata hacia esta solución. Según él, la única manera de avanzar sería lograr una pacificación en Gaza y desarmar a Hamás, lo que reduciría la oposición israelí a esta propuesta. "Los israelíes deben también ordenar su situación interna, y deshacerse de este gobierno para poder avanzar", ha argumentado.
Al abordar el complicado tema de los asentamientos en Cisjordania y la seguridad de Israel, el exministro predice que estos serán puntos de gran dificultad en futuras negociaciones para un estado palestino. "Ningún presidente estadounidense anterior pudo lograr un entendimiento en asuntos de seguridad. Las preocupaciones de Israel se intensificarán tras los recientes acontecimientos", afirmó.
Para Ben Ami, integrar a Hamás en la OLP podría ser una forma de mitigar su influencia negativa en la cuestión palestina. Sin embargo, expresa que los dirigentes de la OLP temen una conversión de su organización en algo similar a una "OPA hostil", donde Hamás, debido a su naturaleza dinámica, podría desplazar a la OLP.
También planteó la incertidumbre sobre el papel de Turquía y Catar en este proceso, sugiriendo que su colaboración será esencial para lograr el desarme de Hamás y permitir que la autoridad palestina ejerza control maduro sobre el uso de la fuerza.
El exministro se muestra escéptico respecto a la participación de potencias regionales en un futuro gobierno palestino, resaltando que la adaptabilidad de figuras clave, como el expresidente Donald Trump, podría influir en el futuro del conflicto. "El papel de Trump es crucial. Sin su intervención, Netanyahu podría haber continuado su ofensiva”, aseveró.
Respecto al conflicto, Ben Ami resalta la existencia del concepto de "estados amigos" entre naciones de la región que buscan la paz con Israel, lo que podría crear un contexto propicio para avanzar en las negociaciones.
Cuando se le preguntó sobre las acciones del ejército israelí en Gaza y si podrían considerarse un genocidio, Ben Ami se alineó con el rey Felipe VI, quien evitó catalogarlas de esa manera, mencionando, sin embargo, que se podrían discutir posibles crímenes de guerra. Si bien reconoce los excesos en el uso de la fuerza, enfatiza que no cree que haya intención genocida contra el pueblo palestino.
El exministro enfatizó que las imágenes de Gaza son devastadoras, comparándolas con el Berlín de 1945, y advirtió que lo que está ocurriendo dejará una marca profunda en la historia de la región.
En cuanto al papel de organismos como la ONU, Ben Ami expresó sus dudas sobre la imparcialidad del Tribunal Penal Internacional y sus inclinaciones políticas, sugiriendo que hay una falta de objetividad hacia Israel.
Finalmente, ha manifestado que la venezolana María Corina Machado merecería el Premio Nobel de la Paz, y considera que Donald Trump también podría ser un candidato viable si realmente avanza el proceso de paz.
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