Barcelona, 29 de octubre. El sector de la cementera en Cataluña ha presentado una nueva estrategia climática que ajusta sus objetivos hacia la neutralidad de carbono, incluyendo metas más ambiciosas. Según un comunicado emitido por Ciment Català, se espera alcanzar un saldo negativo en las emisiones de gases de efecto invernadero para el año 2050.

La renovada estrategia establece que se pretende reducir las emisiones en un 42% para el año 2030 en comparación con los niveles de 1990, y en un 83% para 2040. Esto implicaría una drástica disminución de las emisiones de dióxido de carbono, pasando de 806 kilos por tonelada de cemento elaborada en 1990 a tan solo 111 kilos por tonelada en 2050.

Para alcanzar estos objetivos, el plan se divide en cinco fases que abarcan distintas etapas del proceso productivo: desde la elaboración de clínker hasta la producción de cemento y hormigón, así como la construcción y un innovador enfoque denominado “(re)Carbonatación”, que se basa en la capacidad del hormigón para absorber dióxido de carbono.

Entre las iniciativas que se propone implementar están la valorización de materiales y recursos energéticos en la fabricación de clínker, el uso de hidrógeno verde como alternativa energética, y la mejora de la eficiencia energética a través de sistemas de gestión avanzados.

Además, se buscará promover el desarrollo de cementos con menor impacto ambiental, electrónificar el transporte dentro de las fábricas y en las entregas al mercado, así como avanzar en tecnologías de captura y almacenamiento de dióxido de carbono.