
En Barcelona, la filial de la compañía estadounidense Aecom en Catalunya junto con la investigadora Roberta Carafa han creado un innovador biosensor con inteligencia artificial que monitorea en tiempo real el nivel de contaminación del agua, según un comunicado de la Generalitat. Este proyecto cuenta con el respaldo de Acció, la agencia de competitividad de la Conselleria de Empresa y Trabajo.
La empresa ha logrado obtener la patente europea para este dispositivo, en colaboración con la URV, con planes de comercializarlo a corto plazo una vez que se concrete un acuerdo con un socio estratégico. Este importante logro ha sido posible gracias a una inversión de 142.678 euros del programa Tecniospring Industry, el cual cuenta con un presupuesto de 11 millones de euros financiados por Acció y la CE.
El funcionamiento de este biosensor se basa en un biofilm compuesto por microalgas y bacterias que permite medir la toxicidad del agua, la cual es comparada en tiempo real por la inteligencia artificial con los estándares de calidad establecidos. El dispositivo cuenta con dos espacios donde se encuentran los biofilms, capaces de detectar niveles de toxicidad de hasta 1 microgramo/litro.
Gracias a los datos recopilados, los algoritmos pueden predecir los niveles de contaminación futura, desde los próximos minutos hasta semanas. En caso de que los datos superen las predicciones realizadas, el biosensor activa una alarma para notificar la situación. Esta innovadora tecnología se presenta como una herramienta crucial para la preservación del medio ambiente y la salud pública en Catalunya.
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