En una reciente conferencia sobre la gestión del agua en Girona, la consellera de Territorio, Vivienda y Transición Ecológica de la Generalitat, Sílvia Paneque, ha hecho un llamado a la ciudadanía para mantener la vigilancia, a pesar de las recientes lluvias que han mejorado la situación de los embalses en la región.
Paneque confía en que Catalunya logrará adaptarse a las variaciones climáticas para el año 2030, alejándose de los efectos negativos de la disminución de las precipitaciones. Durante el evento titulado 'Nous reptes en l'aigua al territori', enfatizó la necesidad de adoptar una gestión del agua que sea tanto integral como innovadora, viéndola como un elemento crucial para el futuro del territorio catalán.
La consellera reafirmó el compromiso del Govern en la lucha contra la sequía, presentando una estrategia que abarca todo el ciclo del agua. Su objetivo es preservar la calidad del recurso y prevenir cualquier tipo de carencia en el suministro.
Esta estrategia está diseñada para que, para el 2030, el 70% de los recursos hídricos provengan de fuentes no convencionales. Para ello, se proyecta una inversión de 2.000 millones de euros que se destinará a aumentar la capacidad de desalinización y a fomentar tecnologías de reutilización del agua.
Paneque destacó la importancia de la colaboración entre el sector público y privado para llevar a cabo este ambicioso plan, mostrándose optimista en que, bajo el liderazgo de la Generalitat, Catalunya podrá enfrentar con éxito los desafíos climáticos previos a 2030.
A pesar de que los embalses han mostrado una mejora alentadora, alcanzando casi el 80% de su capacidad, Paneque instó a no relajarse y a tomar con seriedad que la sequía debe ser considerada un problema estructural, no meramente cíclico.
“No podemos permitirnos perder tiempo ni recursos en la implementación de esta estrategia que hemos previsto para los próximos años”, concluyó, subrayando la urgencia de la situación.
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