BARCELONA, 5 de diciembre.

La Conselleria de Educación y Formación Profesional de la Generalitat ha decidido suspender de manera 'de facto' a Santiago Laiglesia, quien es el principal sospechoso del asesinato de la joven Helena Jubany, ocurrido en diciembre de 2001 en Sabadell, Barcelona. Este individuo se encuentra en prisión provisional desde el pasado viernes, según han confirmado fuentes del departamento a Europa Press.

Según estas fuentes, Laiglesia trabajaba en los Servicios Territoriales del Vallés Occidental desde 2022, cargo que logró tras un concurso público. Sin embargo, se aclaró que no tenía relación directa con los estudiantes y que sus funciones eran de carácter administrativo.

Se ha informado que, aunque su suspensión es de facto, su situación laboral será oficializada con la comunicación judicial que confirme su ingreso en prisión, momento en el cual se procederá a la suspensión oficial de su empleo y sueldo en la fecha que se indique en la resolución judicial.

Previo a su actual situación, Laiglesia desempeñó funciones como técnico de apoyo en la Secretaría General del Consejo de Relaciones Laborales de Catalunya, bajo la tutela de la Conselleria de Empresa y Trabajo; no obstante, fuentes del departamento han aclarado que dejó de ser parte de dicha estructura hace bastante tiempo.

La juez del Juzgado de Primera Instancia 2 de Sabadell, encargada del 'caso Jubany', ordenó el ingreso de Laiglesia en prisión provisional el pasado viernes. Considera que existen pruebas suficientes que apuntan a su responsabilidad en los hechos investigados.

Entre las evidencias que han influido en esta decisión se encuentra el descubrimiento de ADN atributivo a Laiglesia en la prenda que llevaba Helena Jubany la noche en que fue asesinada. La juez ha señalado que los investigados nunca habían afirmado haberse encontrado con la víctima en los días previos a su muerte y, menos aún, haber tenido un contacto físico que pudiera explicar la presencia de su ADN en la ropa de la occisa.

La magistrada concluye que la nueva evidencia "lo sitúa en la escena del crimen en el momento del suceso", sugiriendo un contacto físico entre Laiglesia y Jubany que podría encuadrarse tanto en un posible ataque como en un intento de desvestir a la víctima antes de su caída, sugiriendo una implicación clara del sospechoso en el crimen.

En su resolución, la juez aclara que, aunque la prueba del ADN se basa en marcadores del cromosoma Y y no identifica a individuos de forma concluyente, sí establece que hay un grado de probabilidad muy alto de que el ADN masculino encontrado corresponda a Santiago Laiglesia, reforzando así las sospechas en su contra.