BARCELONA, 18 de diciembre. Un reciente incidente en el Aeropuerto Josep Tarradellas-Barcelona El Prat ha llamado la atención de las autoridades y de la opinión pública. El 26 de noviembre, agentes de la Unidad de Fiscal y Fronteras de la Guardia Civil intervinieron 3,5 kilos de oro que una pasajera de 70 años, de nacionalidad francesa, intentaba transportar sin la debida declaración, con destino a Nantes, Francia.

Según un informe emitido este miércoles, la intervención se produjo en el control de acceso a la zona restringida del aeropuerto, durante las revisiones rutinarias realizadas por el personal de seguridad. Fue en este contexto que los agentes notaron objetos de un color azul en el escáner de equipaje, lo que generó sospechas sobre el contenido del equipaje de la pasajera.

Acto seguido, se notificó a los miembros de la Guardia Civil, quienes procedieron a realizar una inspección minuciosa del equipaje en cuestión. Durante esta revisión, encontraron en su interior nada menos que cuatro lingotes de oro, que en total pesan 3,5 kilos. Este descubrimiento llevó a la identificación de la pasajera y a una rápida comprobación de la procedencia de los lingotes.

Sin embargo, la mujer no pudo presentar la documentación adecuada que justificara la tenencia de esta considerable suma de oro, que se estima tiene un valor preliminar de alrededor de 200.000 euros. Ante esta situación, se levantó un acta de infracción en virtud de la Ley de Prevención de Blanqueo de Capitales, abriendo así la puerta a una investigación más profunda para esclarecer el origen del oro incautado.

El metal precioso ha quedado bajo la custodia del Administrador de la Aduana del Aeropuerto de Barcelona, mientras se lleva a cabo el procedimiento adecuado para determinar las circunstancias que rodean este curioso hallazgo. Este episodio pone de relieve la importancia de los controles en los aeropuertos, que a menudo pueden prevenir actividades ilícitas y garantizar la seguridad de todos los pasajeros.