Crónica Cataluña.

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Fernández Díaz desmiente acusaciones sobre espionaje político, calificando la 'Operación Cataluña' como un engaño.

Fernández Díaz desmiente acusaciones sobre espionaje político, calificando la 'Operación Cataluña' como un engaño.


Jorge Fernández Díaz, quien se desempeñó como ministro del Interior durante el gobierno del Partido Popular, emitió declaraciones contundentes este miércoles en el Congreso, en las que (re)afirmó que la polémica "Operación Cataluña" no es más que un "invento" originado en las declaraciones del comisario jubilado José Manuel Villarejo. Durante su intervención, Fernández rechazó rotundamente haber ordenado espionajes a opositores políticos, ya sea de la independencia catalana o de Podemos.

“No tengo la menor duda de que es un invento. Puedo garantizar que durante mi tiempo al mando del Ministerio nunca escuché hablar de una 'Operación Cataluña', en ningún momento”, manifestó el exministro ante la comisión que investiga este asunto, eludiendo mencionar el 'caso Kitchen', que sigue en proceso judicial.

Al concluir su testimonio, y conforme a preguntas de miembros del PP, Fernández enfatizó: “Si fuera necesario, lo juraría, no existió tal ‘Operación Cataluña’”, reafirmando su postura. Recordó claramente que su primer acercamiento a este tema fue un teletipo que recibió mientras regresaba de una reunión en la Unión Europea, que hacía referencia a una comparecencia judicial de Villarejo.

El exministro continuó argumentando que la noción de una 'Operación Cataluña' destinada a desmantelar el movimiento separatista es completamente falsa, limitando las menciones a conversaciones privadas entre Villarejo y otros altos mandos policiales, quienes, según él, podrían haber incurrido en irregularidades.

En cuanto a las acusaciones de espionaje por parte de Podemos, Fernández fue enfático: “Si esa orden existiera, no la di yo. ¿Qué finalidad política podría tener?” De igual manera, sugirió que aquellos policías que actuaron de manera ilegal deberían rendir cuentas por sus acciones, en alusión a la condena de Eugenio Pino, ex Director Adjunto Operativo de la Policía, por su gestión en el caso de la familia Pujol.

Fernández Díaz, recordando su mandato como “el último ministro del Interior” con Villarejo aún en servicio, cuestionó la existencia de una ‘policía patriótica’ dentro del gobierno popular, señalando la incongruencia de que esta entidad realizara investigaciones sobre el propio partido que supuestamente la supervisaba.

“¿Qué tipo de policía política investiga operaciones sobre el propio partido que supuestamente dirige?”, preguntó Fernández, en referencia a una prolongada intervención policial en la sede del PP en Génova.

El exministro también se defendió de las acusaciones de que había mantenido comunicaciones frecuentes con Villarejo, subrayando que solo lo había saludado en un par de actos oficiales y advirtiendo que algunos de los audios relacionados podrían haber sido alterados. Se refirió a un audio que se cree fue grabado en su oficina, donde supuestamente se menciona una manipulación de la Fiscalía, afirmando que no fue Villarejo quien lo grabó.

Puso en duda la validez de ciertos audios presentados como pruebas, comentando que no son hechos inamovibles, ya que en muchos casos estos registros son editados en varias fases.

Sobre el uso de fondos reservados, Fernández Díaz afirmó que no estaba a cargo de esa área, que recaía en su secretario de Estado de Seguridad y el director de Coordinación y Estudios, subrayando que confiaba en que se manejaban adecuadamente. En contestación a colectivos del PSOE sobre la supuesta utilización de fondos públicos en esta operación, reiteró que “algo que no existe, no puede tener fondos reservados” y también niega haber tenido discusiones directas con jueces y fiscales sobre asuntos particulares.

En una cuestión planteada por la diputada de Podemos, Ione Belarra, sobre unas anotaciones atribuídas a Mariano Rajoy en los papeles de Luis Bárcenas, Fernández respondió con sensatez, sugiriendo que era razonable inferir que “M. Rajoy” se refería al exmandatario, aunque prefirió no especular sobre sus implicaciones adicionales.

Por otra parte, Fernández Díaz mencionó su sorpresa tras enterarse a través de la prensa de la entrada de un sacerdote en la residencia de los Bárcenas durante la controversia en torno al tesorero del PP, admitiendo que fue un hecho desconcertante que no estaba relacionado con sus decisiones.

El exministro, en defensa de su gestión, aseguró tener la conciencia tranquila y no sentir vergüenza por sus acciones en el Ministerio del Interior. En una de las anécdotas más destacadas, recordó una conversación de más de dos horas en 2016 con Pablo Iglesias, entonces líder de Podemos, resaltando que no emergieron quejas en dicha charla.

Fernández también rememoró un encuentro con Jordi Pujol en 2012, donde discutieron sobre el catalanismo emergente. En esa conversación, le instó a Pujol a “acabar con esto”, reafirmando su respeto hacia el exmandatario catalán y a su legado político.