El 25 de julio, Tarragona ha sido testigo de una nueva iniciativa por parte de la Conselleria de Territorio, Vivienda y Transición Ecológica de la Generalitat, que ha implementado un paso de fauna sobre la carretera C-51 en Rodonyà. Esta obra, que ha tenido un costo de más de 1,5 millones de euros provenientes de los fondos Next Generation, busca proporcionar un cruce seguro para la vida silvestre ante la creciente urbanización y el tráfico en las vías.

Este nuevo paso de fauna se ha desarrollado con el objetivo de reconectar diversos hábitats naturales que la carretera había aislado. Entre las especies que se beneficiarán de esta iniciativa se encuentran la musaraña común, ocho tipos de murciélagos, así como varios mamíferos como la ardilla, la comadreja, la garduña, el tejón y el zorro, además de diversas especies de reptiles, anfibios e insectos.

La estructura del paso se asemeja a un puente, sostenido por veinte vigas de hormigón de 40 metros de largo. Para maximizar su efectividad y atraer a la fauna local, se ha incorporado un diseño que incluye vegetación y refugios naturales. Se han plantado franjas de vegetación y se han creado escondites, elementos que invitan a los animales a utilizar el nuevo cruce y asegurar su tránsito de manera segura en un entorno cada vez más urbanizado.