Crónica Cataluña.

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Rosa Lluch: "La disolución de ETA ayudó a sanar la pérdida de mi padre tras su asesinato".

Rosa Lluch:

En una conmovedora reflexión, Rosa Lluch, profesora de Historia Medieval en la Universidad de Barcelona e hija del exministro socialista Ernest Lluch, ha compartido cómo el desmantelamiento de ETA ha facilitado su proceso de duelo tras el asesinato de su padre en 2000. Esta declaración se produce en el contexto del 25 aniversario de la trágica muerte de Lluch, un evento que marcó a toda una generación.

En una entrevista con Europa Press, Rosa destacó que la desaparición de ETA le permitió finalmente imaginar un futuro sin el sufrimiento que su familia y otras víctimas tuvieron que afrontar. "El final de ETA fue como un bálsamo para mi alma", expresó, subrayando que ese acontecimiento brindó un alivio que ella consideraba necesario para poder sanar.

Sin embargo, Lluch también hizo una crítica a algunos líderes políticos, sugiriendo que su discurso y actitudes pueden obstruir el proceso de duelo de las víctimas. "Cada vez que mencionan a mi padre para atacar a otro partido, me impiden avanzar en mi duelo", aseguró, añadiendo que una verdadera consideración por las víctimas debería llevar a una conducta diferente de los políticos.

La académica reflexionó sobre la evolución del País Vasco en las últimas décadas, afirmando que el contexto actual es notablemente más seguro. "Antes, había quienes mataban y ahora no lo hacen. Personas que antes secuestraban ya no lo hacen. Aquellos que no creían en la democracia ahora están dentro del sistema democrático", comentó, sosteniendo que estos cambios son motivo de celebración.

Rosa Lluch afirmó que, aunque quedan pasos por dar, también hay que reconocer las transformaciones positivas. "Aquel que no vea esto como un avance, simplemente no lo comprendo", añadió, reconociendo el esfuerzo colectivo de la sociedad vasca para poner fin a la violencia.

La profesora también dirigió su mirada a los partidos políticos, en especial al PP y Vox, a quienes acusó de usar el sufrimiento de las víctimas con fines electoralistas. Afirmó que estas tácticas no solo son manipuladoras, sino que dañan aún más a quienes ya han sufrido tanto: "Me parece triste que se utilicen las tragedias personales para ganar votos".

En este contexto, Rosa también expresó su descontento respecto a ciertas asociaciones de víctimas del terrorismo, las cuales ha eludido, argumentando que no quiere ser un peón en luchas políticas. "Las víctimas se confrontan entre sí; nunca se pregunta qué es lo que realmente podrían necesitar", lamentó.

En su discurso, se refirió a su padre, recalcando su legado en el ámbito de la sanidad y el consumo, pero también enfatizando su carácter como educador incansable, siempre en busca de conocimiento y compartiendo su pasión por la enseñanza.

Tras recordar a su padre, Rosa se mostró sorprendentemente emocionada por la perdurabilidad de su memoria. Aunque preferiría conmemorar su legado en privado, siente un profundo honor cuando otros lo recuerdan públicamente.

Por su parte, el presidente de la Fundació Ernest Lluch, Joan Majó, recordó su trayectoria conjunta en la lucha contra el franquismo y la figura inclusiva de Lluch. Resaltó que su legado trasciende administraciones políticas, reflejando un reconocimiento universal que se materializa en la dedicación de espacios y actos en su memoria.

Majó concluyó destacando el compromiso de la fundación con el diálogo y el bienestar, conceptos que tanto valoraba Ernest Lluch, quien sostenía que el verdadero progreso radica en mejorar la calidad de vida de las personas.