
Barcelona, 8 de agosto. En un significativo mensaje publicado este viernes, Carles Puigdemont, expresidente de la Generalitat y actual líder del partido Junts, reveló que si hubiera sido arrestado un año atrás a su regreso a España para participar en el debate de investidura de Salvador Illa, hoy estaría enfrentando un juicio y posible condena.
El 8 de agosto marca el primer aniversario de su aparición pública en Barcelona, tras casi siete años viviendo en Bélgica. En su declaración, Puigdemont enfatizó que su intención al regresar era ejercer su derecho como diputado y participar en la votación de investidura, pero advirtió que la orden de detención vigente dificultaba su acceso al Parlament, convirtiendo cualquier intento en una entrega voluntaria que jamás consideró.
El líder independentista argumentó que su regreso respondía a una "razón democrática fundamental", ya que consideraba que, como diputado electo, debía estar presente en la sesión. Además, defendió que la Ley de Amnistía ya estaba en vigor y que el Tribunal Supremo carecía de fundamento para hacerla a un lado.
Según Puigdemont, su regreso tenía como objetivo "denunciar una grave anomalia democrática" y desmantelar los planes represivos del gobierno español. Criticó, además, la inacción del presidente Pedro Sánchez y la estrategia de "normalidad" que, según él, impulsa Illa.
“Si tienen la intención de silenciarme, mi deber es actuar en sentido contrario”, subrayó, reconociendo que su presencia en España fue posible gracias a la dedicación y valentía de muchos, así como al apoyo de los ciudadanos que se movilizaron aquel día.
Finalmente, Puigdemont instó a continuar en la lucha a pesar de los obstáculos, subrayando que “no siempre es fácil ni cómodo, pero es crucial mantener esa actitud que jamás debemos abandonar”.
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